Como Pelar Tomates y Quitarles las Semillas
PUBLICADO EL 27 - 08 - 2011 POR JAVI RECETAS
Os prometí que publicaría como pelar tomates y quitarles las semillas para poder preparar la mermelada de tomates (o cualquier otra receta del blog) y aquí tenéis un paso a paso que seguro que vendrá muy bien para los que se inician en la cocina.
Existen varias maneras de pelar los tomates, por ejemplo si los tomates están bien tersos se pueden pelar con un cuchillo bien afilado. Pero si los tomates están maduros o demasiado blandos el cuchillo no es una buena elección para pelar los tomates y lo mejor es escaldarlos como veremos a continuación. A la cocina!!!
1º) Antes que nada pon un cacharro con agua a hervir. Ahora prepara otro cacharro con agua y hielo para que el agua se ponga muy fría. A continuación mientras se calienta el agua haz un corte en cruz sobre la base del tomate. El corte debe ser lo más superficial posible, si cortas solo la piel mejor que mejor pero si se te va un poquito el cuchillo para la carne del tomate tampoco pasa nada 😉
2º) Cuando el agua esté hirviendo añade los tomates (si no entran todos hazlo en varias tandas). Deja los tomates en el agua hirviendo 1 minuto.
3º) Ahora con una espumadera pasa rápidamente los tomates a el cacharro con agua fría y deja allí un rato hasta que pierdan la calor. Con un par de minutos será suficiente si el agua está bien fría.
4º) Saca los tomates del agua fría y fíjate como la piel se ha separado del tomate por si sola y a ti solo te queda jalar un poco de ella hasta desprenderla totalmente. De este modo ya tienes los tomates totalmente pelados y listos para usar en cualquier receta que necesites. Pero si prefieres los tomates pelados y sin semillas pasa al siguiente paso.
5º) Para quitar las semillas cortamos el tomate en varios trozos (dependiendo del tamaño del tomate y de la variedad de tomate que usemos) y con el dedo o con una cuchara separamos las semillas del tomate.
6º) Y con ésto ya tenemos listo el tomate para poder usar en cualquier receta.
7º) Una cosa más. Algunos tomate traen un centro duro que no queda bien luego en la comida, si se lo cortas con un cuchillo será el toque final para tener unos tomates bien limpios y listos para usar.
A comer:
El contraste entre el agua caliente y el agua fría hace que la piel del tomate se separe de la carne. Por eso es muy importante que ese contraste sea muy brusco y por eso debemos asegurarnos de que el agua caliente esté hirviendo y de que el agua fría esté helada.
Si damos con unos tomates peleones a los que cuesta quitarles la piel con este método podemos aumentar un poco más el tiempo que dejamos los tomates en el agua caliente. El único inconveniente es que el tomate recibirá más calor de la cuenta pero ésto no es ningún problema si los vamos a cocinar luego (como en el caso de la mermelada de tomates).
Ahora bien, si vamos a usar los tomates en una receta que lleva el tomate «en crudo» como en un salmorejo o en un gazpacho, no es aconsejable exceder el minuto en agua caliente pues puede cambiar el sabor fresco del tomate crudo y afectar al resultado de la receta. En estos casos toca quitar toda la piel que podamos tirando de ella y ayudarnos de un cuchillo bien afilado para quitar la que nos quede pegada al tomate.
Si no os gusta la forma de quitar las semillas de este paso a paso, porque queréis aprovechar la pulpa que se va con las semillas, os queda la opción de pasar el tomate con las semillas por el pasapurés que retendrá todas las semillas y aprovechará toda la pulpa del tomate. El inconveniente es que tendréis tomate triturado y quizás en alguna receta necesitéis trozos enteros o más grandes.
Espero que les guste este paso a paso y que disfruten en la mesa con este plato. Pronto tendremos más recetas de cocina. Un saludo desde la cocina.
PD: Fotografías originales de Javi Recetas, si quieres usar estas imágenes lee las condiciones de la licencia