Buñuelos de Viento. Este es sin duda, con permiso de los Panellets en Cataluña, el dulce más demandado por toda España tanto en Tosantos (festividad de Todos los Santos) como en Semana Santa con la cuaresma.
Y es que en estas fechas, cuando el tiempo ya no es tan agradable y apetece algo calentito, si pasas por delante de un puesto donde los están friendo es bastante difícil resistirse a comprar unos buñuelos recién hechos, de esos de los que te quemas el cielo del paladar por no poder esperar para hincarle el diente. Y si le añades un poco de chocolate caliente por encima ya ni te cuento.
Por supuesto, los buñuelos también pueden comerse fríos, con infinidad de rellenos como la crema pastelera o la de chocolate, que es como se suelen vender en las pastelerías.
Este año te propongo que te animes a prepararlos en casa, ya verás que fácil son de hacer y qué ricos quedan tus buñuelos de viento caseros.
Y al final de la receta, como siempre, te dejo algunos consejos que te pueden ayudar para que te salgan bien a la primera y distintas sugerencias de presentación y rellenos.
¿Te animas a preparar esta receta? Pues ya sabes …. a la cocina!!!
COMO HACER BUÑUELOS DE VIENTO
INGREDIENTES para unos 25 buñuelos:
- 125 ml de leche entera
- 75 gramos de mantequilla con sal (ver nota)
- 1 cucharada de azúcar (20 gramos)
- 100 gramos de harina de trigo tamizada (ver nota)
- 2 huevos grandes (120 gramos en total)
- aceite para freír
RECETA de Buñuelos de Viento:
- Pon en una olla pequeña (si doblas las cantidades usa una olla mediana) la leche, la mantequilla y el azúcar.
- Deja a fuego medio-fuerte hasta que la leche hierva entonces retira la olla del fuego y añade toda la harina de golpe.
- Mezcla bien con una cuchara de palo (o algo que sea resistente). Este proceso es el escaldado de la harina y sirve ara quitarle sabor a crudo a la harina y para secar la masa de los buñuelos con el calor residual que queda en la olla. Mezcla hasta que se forme una bola que se separe de las paredes y luego continua un par de minutos para se termine de secar y enfriar la masa.
- Con la masa fría (si está caliente se cuajan los huevos) añade uno de los huevos y mezcla de nuevo. Al principio verás que se forma una mezcla rarísima que parece que se ha estropeado, no te preocupes, sigue mezclando hasta que la masa absorba todo el huevo.
- Ahora el punto más importante, hay que añadir el otro huevo pero no siempre se añade completamente ya que dependerá de la humedad que haya absorbido la harina y del proceso de escaldado anterior. Así que lo que haremos es batir el otro huevo y añadir solo un poco y mezclar. La masa no debe quedar demasiado líquida o los buñuelos no tomarán bien su forma. Tienes que conseguir una masa que cuando la levantes con la cuchara y la gires para que caiga la masa caiga a la olla pero se quede parte colgando como formando una lengua que cuelga de la cuchara. Ese es el punto de la masa. Así que ve añadiendo el huevo poco a poco y mezclando hasta que quede así.
- Cuando la masa esté lista pon en una sartén de paredes altas (también puedes usar un cazo o una olla) aceite suficiente (al menos tres dedos de alto). Deja a fuego medio fuerte hasta que alcance unos 180ºC.
- Con el aceite caliente coge una porción de masa con una cuchara pequeña (si quieres usar una manga pastelera para dar forma a los buñuelos lee al final de la receta). Acerca la cuchara a la superficie del aceite (cuanto más cerca menos salta) y con la ayuda de otra cuchara empuja la masa hacia el aceite. La masa caerá hasta el fondo empezará a hincharse y subirá a la superficie. Ve añadiendo porciones de masa, puedes preparar más o menos a la vez dependiendo del tamaño de la sartén (ten en cuenta que se hinchan bastante). Si la masa está en su punto los buñuelos se irán dando la vuelta ellos solos y se pondrán doraditos por todos los lados. Si no dan la vuelta ellos solos es mejor ir moviendo con una espumadera desde que suben a la superficie para que se hagan uniformemente.
- Cuando esto ocurra sácalos, ponlos sobre papel absorbente y repite con otra tanda de buñuelos.
- Una vez estén fritos los buñuelos los puedes pasar por azúcar y canela como hice yo (2 cucharadas grandes de azúcar y media cucharada pequeña de canela), también puedes espolvorearlos con azúcar glas, cubrirlos con una salsa de chocolate (si los vas a comer en el momento) o dejar que se enfríen y rellenarlos como te cuento al final de la receta. Y eso es todo, fuera de la cocina y a comer!!!
NOTAS:
- Si solo tienes mantequilla sin sal no hay problema. Tan solo añade una pizca de sal fina al agua antes de incorporar la harina. Eso sí, no uses mantequilla con «extra» de sal no vaya a ser que te queden salados los buñuelos 😉
- Es mejor usar una harina floja (con poca fuerza) y si no tienes puedes usar una harina normal pero no de fuerza.
Si quieres que te queden super redondos los buñuelos y sin picos (que a veces impiden que los buñuelos giren bien y se tuestan más de la cuenta por un lado) usa una manga pastelera para dar forma a los buñuelos. Solo tienes que echar toda la masa en una manga pastelera con una boquilla ancha (de unos 3 centímetros). Cuando el aceite esté caliente coge la manga pastelera con tu mano izquierda de forma que puedas sujetarla y apretarla a la vez con la misma mano. Coge un cuchillo o una espátula con tu mano derecha. Acerca la manga a la sartén y aprieta con cuidado la manga para que salga un poco de la masa (unos 2 o 3 centímetros) y entonces con el cuchillo corta la masa desde arriba hacia la sartén para que caiga la porción de masa al aceite caliente. Ten mucho cuidado de que no te salpique el aceite. Lo mejor para evitar salpicaduras es acercar lo máximo posible la punta de la manga pastelera al aceite y así la caída es muy suave y casi no salpica. Si haces los buñuelos así te quedarán perfectos (fíjate en la foto que redondos me salieron).
Si preparas los buñuelos con cuchara, como te muestro en la receta, no saldrán tan redondos. Al empujar con la cuchara la masa forme a veces picos y los buñuelos no quedan perfectamente redondos. Muchos prefieren prepararlos así ya que les traen recuerdos de la infancia ya que serán como los que preparaban las abuelas toda la vida.
Por cierto, en la receta tradicional es más habitual usar agua en vez de leche, he consultado varios libros y casi siempre se usa agua como líquido en la masa de buñuelos. Aunque en algunos otros si se añade una pequeña cantidad de leche. En los vídeos que he podido ver de distintas pastelerías el 90% o más de los pasteleros usa agua para la masa y supongo que será por una mezcla entre tradición y coste (la leche es más cara que el agua) porque la verdad es que yo he probado a preparar los buñuelos de las dos formas y en cuanto al sabor no tienen nada que ver entre los dos. Los que se preparan con leche están indudablemente más ricos.
Tanto si usas leche como si usas agua en la masa de tus buñuelos puedes pensar en aromatizar el líquido con una ramita de canela o con un poco de piel de limón o naranja. Si optas por cualquier de estas opciones lo ideal es calentar el líquido (leche o agua) con los aromatizantes que elijas y luego dejar reposar fuera del fuego unos 30′. Con este tiempo el líquido coge muchísimo sabor y no hace falta dejarlo mucho más. Hay veces en los que el líquido infusionado se deja en la nevera hasta 24 horas para que tome el sabor pero esto solo te lo aconsejo si por algún motivo quieres hacer una infusión en frio (sin calentar previamente el líquido).
Eso sí, si piensas aromatizar la masa ten en cuenta un par de cosas. Lo primero es que si usas piel de cítricos (naranja o limón) no debes cortar la piel blanca que tiene debajo ya que aporta un sabor amargo al líquido. Otra opción es rallar la piel e incorporarla directamente a la leche, así no tienes que infusionar nada ya que la ralladura se quedará en la mezcla y dará mucho sabor. Para las cantidades de esta receta con la ralladura de medio limón o media naranja vas sobrado.
La otra cosa que debes tener en cuenta es que debes pensar qué uso le vas a dar a los buñuelos. Por ejemplo no merece la pena perder el tiempo aromatizando la masa con una ramita de canela si luego vas a rebozar los buñuelos azúcar y canela. El sabor de la canela en polvo es tan dominante que apenas se notará que la masa también está aromatizada con canela en rama, otra cosa es que le añadas limón o naranja, entonces si se notarán los sabores. Y si vas a hacer los buñuelos rellenos también debes pensar si merece la pena infusionar el líquido. Si tienes un rellenos con un sabor muy contundente, por ejemplo con dulce de leche, con hacer los buñuelos tal y como te muestro en la receta es más que suficiente.
Hablando de los rellenos, hay toda una legión de sabores distintos entre los que elegir. El más tradicional sin duda es el de crema pastelera pero los de chocolate-trufa o nata también tienen una legión de seguidores. Otros rellenos que también están riquísimos son la crema de turrón o caramelo por ejemplo y también el cabello de ángel.
Si tu quieres rellenar los buñuelos déjalos enfriar y pon tu relleno favorito en una manga pastelera. Si usas una boquilla con buen filo (mejor de metal) puedes ir cogiendo los buñuelos uno a uno y apretar con cuidado la punta de la manga pastelera hasta insertarla en el buñuelo. Es la forma más rápida de rellenarlos. Otra opción que he visto en las pastelerías es poner una boquilla afilada de manga pastelera fijada a la mesa apuntando hacia arriba y usarla de punzón. Así van haciendo un hueco en cada buñuelo y luego los rellenan con la manga.
Y creo que eso es todo de momento. Otro día veremos otros tipos de buñuelos como el de bacalao o merluza, los de calabaza, boniato, calabacín, manzana, plátano o incluso los de espinacas.
Espero que te guste la receta y que te me cuentes que tal te salen si los preparas en casa. Un saludo cocina!!
¡Qué pinta! Lo probaré… 🙂